Cuando decidimos renovar nuestro baño, casa, oficina, negocio……siempre nos viene la misma duda ¿a quien acudo? Muchas veces ya sabemos lo que queremos, y nos sentimos capaces de ser nosotros mismos los encargados de llevar a cabo el proyecto, con la ayuda de algún constructor o albañil conocido de un conocido.
¡¡¡¡¡QUE ERROR!!!
Los interioristas, son profesionales que trabajan junto con el cliente para diseñar espacios, con soluciones seguras, atractivas y funcionales, que cumplan en cada caso con las necesidades de las personas que van a hacer uso de el. Son creativos, imaginativos y artistas, combinando sus conocimientos técnicos con la visión estética y siempre desde una globalidad.
El diseño de interiores es una profesión polifacética, que incluye el desarrollo conceptual de todas y cada una de las partes del proyecto y la ejecución del diseño.
En SWEETHOME nuestros interioristas van a tener una reunión con el cliente, intercambiar impresiones, expresando el cliente sus deseos, fotos, sueños…. Incluso aportando algún plano que a veces algunos se atreven a realizar. A partir de ahí, van a ir surgiendo planos, imágenes, bocetos…hasta llegar a la solución que el cliente desea. En ese momento se elaboraran los diferentes planos de diseño, instalaciones, mobiliario… para pasar posteriormente a la elección de materiales y por ultimo la elaboración de un presupuesto. Cuando todo esta claro, es el momento de empezar la obra. En estas condiciones lo normal es que la obra vaya sobre ruedas, sin imprevistos, cambios en el presupuesto, demoras por indecisiones o falta de material….
Con todo lo dicho anteriormente, creo que queda claro que la apuesta por un interiorista va a ser siempre una apuesta segura. No podemos arriesgar algo tan importante en nuestras vidas, como es el lugar en el que vivimos o trabajamos y ponerlo en manos de alguien que no domina el espacio, los materiales, las distintas opciones que nos da hoy en día el mercado, para seguir haciendo “lo de toda la vida” y convertir muchas veces estos espacios en simples “almacenes de materiales”.
Carmen Redondo Martín
Arquitecto